La actitud cómo elemento diferenciador
“La actitud es una pequeña cosa que marca una gran diferencia”
decía Winston Churchill mientras lideraba -en el Reino Unido- la II Guerra Mundial.
No necesitamos estar en plena guerra para aprender que la actitud es una tremendísima herramienta asociada al éxito de las personas y empresas.
Los inmigrantes en Chile nos han enseñado muchísimo en atención al cliente, permitiéndonos ver que la mejor forma de atender a nuestros clientes, no importando el área de trabajo, es tener una actitud positiva, proactiva y empática. La diferencia es muy notoria y no hay duda alguna que en esta “pequeña cosa” radica el éxito. ¿Por qué nos cuesta tanto entenderlo?
Con un desempleo cercano al 9%, un entorno constantemente cambiante, estamos obligados a diferenciarnos para cuidar y crecer en nuestros trabajos. Una de las claves, la dijo hace más de 60 años, Churchill.
Déjeme darle algunos tips que hemos aprendido durante 25 años trabajando en diferentes rubros dedicados a la atención de publico:
- Cuidado con la cultura de la queja, no contribuye sólo genera pérdida de energía.
- Fomentemos sonreír y pasarlo bien en la compañía. Debemos poner foco para que ocurra, no es en automático.
- Escuchar y aprender a leer el cuerpo es un elemento clave en desarrollar actitud positiva. Trabájalo con tu gente.
- Entreguemos espacios para recargar energía, el mind fullness ha contribuido mucho en esto. Incentívalo en tu equipo.
- Reconoce al que tiene buena actitud, eso fomenta la energía grupal.
Estos 5 pequeños tips generan un cambio importante en la eficiencia de las personas y equipos. El cliente lo va a percibir, tenlo por seguro. Porque “la calidad de servicio no es lo que tú das, es lo que el cliente recibe” (Peter Drucker)
Y los clientes se acuerdan de un buen servicio durante más tiempo de lo que recuerdan el precio. ¡Atrévete!
